La corrupción en plena cuarentena
A todos nos a afectado la cuarentena la cual se vive en el Perú, a algunos más que otros, sin embargo también a sido la oportunidad para ver los actos de corrupción de alguna autoridades, actos como llevarse las canastas destinadas al pueblo para dárselos a sus familiares o amigos fue muy indignante para todo el que escuchara la noticia y a su vez generó el descontento de la población y la desconfianza hacia las autoridades sin embargo las autoridades no hicieron nada al respecto más que ofrecer alguna disculpa pública.
Todo esto nos lleva a pensar cuántos casos de estos se han visto. Sólo en Arequipa el Ministerio Público tuvo que investigar aproximadamente 30 casos de corrupción, el hecho fue muy indignante, entre los casos se encuentran la adquisición de mascarilla y equipos de protección personal a la empresa Aruni Fernanda S.R.L., presuntas irregularidades en la construcción del centro de aislamiento para pacientes en Cerro Juli, la inversión realizada en los viajes humanitarios, la adquisición de mascarillas en la Autoridad Autónoma de Majes, y un largo etc. Estas acciones se llevan haciendo en todo el país y algunas ni siquiera e han podido exponer, los políticos corruptos no llegan a tener una condena respectiva a pesar de que en la mayoría de casos claramente son culpables, sin embargo la fiscalía los deja libres o unos cuantos meses que ni se acercan a un año en la cárcel. Los políticos corruptos hacen que la población llegue a desconfiar mucho no sólo de las municipalidades, sino de la fiscalía, el congreso y hasta el Estado, y el castigo que reciben es muy poco comparado con la "ganancia" que ellos mismo sacan, lo cual motiva a más políticos a ser como ellos al ver que ser un buen político trae pocos beneficios para ellos en comparación de sus colegas corruptos.
Se deben investigar los casos de corrupción, juzgarlos como se debería hacerlo y ponerle la sentencia pertinente, sin embargo nuestro país no hace eso porque en la mente de la gente sólo ronda el dinero y pensar en lo que gana para sí mismo, y no lo que gana el pueblo y su futuro.
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